Tras la Segunda Semifinal de Eurovisión 2019, ya tenemos 10 nuevos países clasificados para la Gran Final del próximo sábado 18 de mayo, y con ello los 26 países finalistas. Si bien esta semifinal era «la fuerte», no he tenido esa sensación. Muchas de las candidaturas favoritas estaban aquí y han cumplido mis expectativas, pero sin llegar a sorprenderme. Los finalistas han sido: Macedonia del Norte, Países Bajos, Albania, Suecia, Rusia, Azerbaiyán, Dinamarca, Noruega, Suiza y Malta.
Chingiz arrasa en todos los sentidos.
Mientras muchos ponen a Duncan Lawrence como el mejor de la noche (luego hablaré sobre el gran favorito de la edición), en mi caso creo que Chingiz ha sido supremo. Gracias a su actuación bien medida en cuanto a escenografía y realización, y destacando tanto su voz como su porte (seamos sinceros: Chingiz es un morenazo adorable), ha logrado que Azerbaiyán, con Truth, vuelva a pisar una Final tras el batacazo del año pasado.
En la misma tónica nos encontramos a Suecia, país que es garantía de calidad en cuanto a propuestas perfectamente ejecutadas y milimetradas, aunque eso no siempre vaya ligado a que guste a todos. John Lundvik interpretó Too Late For Love casi perfecto, con una ambientación donde destacan las luces y un coro de gospel que a mí me encandila. ¿Será suficiente para ganar?
¿Se cumplirán los pronósticos con Países Bajos?
Ahora sí, hablemos del gran favorito. Duncan Lawrence canta maravillosamente Arcade, una balada preciosa. No obstante, siento que le llevo la contraria al resto del mundo. Mientras a muchos les emociona la actuación y la sienten ganadora, en mi caso no percibo nada de eso. No llega a emocionarme al nivel que lo hicieron Jamala con 1944 o Salvador Sobral con Amar Pelos Dois. Probablemente Países Bajos sea el ganador viendo su condición de favorito indiscutible, pero sería el primer año en que el ganador me dejaría frío.
Es más, si hablamos de baladas de la segunda semifinal, me emocionó bastante más el caso de Macedonia del Norte. Esa Tamara cantando Proud maravillosamente y con una puesta en escena bastante más emotiva supera con creces, a mi juicio, la balada de Duncan Lawrence.
Grandes apuestas que se quedan a medio gas
Tenía las expectativas altas con Rusia en el momento en que escuché Scream de mi querido Sergey Lazarev, pero estas han ido bajando hasta llegar al punto que llegó en la actuación de anoche. Una canción tan épica y con un vozarrón se echa a perder en una actuación mal ejecutada en cuanto a realización, y con una escenografía que no llega al nivel de «epicidad» que requiere la canción. Le deseo mucha suerte a Sergey: la va a necesitar si quiere superar su 3ª plaza de 2016.
Lo mismo ocurre con Noruega. Spirit In The Sky de Keiino es un temazo. No, mejor dicho: el temazo de Eurovisión. Pero tanto temazo se queda en poca cosa con la puesta en escena tan sencilla y poco impactante que requiere la canción.
Suiza y Malta llenan de ritmo la noche.
Si no llegan a pasar estos países, me enfadaría mucho, pero lo han hecho y estoy conforme. Son dos propuestas muy bailables, que se suman a las ya finalistas Chipre y Bielorrusia.
Luca Hänni con She Got Me nos ofreció una actuación que, si bien puede recordarnos la coreografía un poco a Fuego, o el vestuario de Luca a IMRI en 2017, en pantalla quedó finalmente una actuación muy novedosa que nada tiene que ver con esas influencias. Suiza quiere conseguir una buena clasificación.
Malta también ofrece una propuesta para bailar. Chameleon es una gran canción, y su actuación fue bastante buena, si bien Michela podía moverse un poquito más sobre el escenario.
Dinamarca pega la sorpresa de la noche.
Si hubo un país del que no esperaba su pase a la final era Dinamarca. Pero no porque Love is Forever sea una mala canción (que no lo es), ni por Leonora, sino porque veía antes pasando a Austria, Armenia o, en el peor de los casos, Rumanía o Croacia (este último me encantó). Sin embargo, estoy contento con su pase, ya que es una canción alegre, algo que viene bien en una final.
El resto del BIG 5: flojo.
También tenemos disponible el ensayo completo de Alemania e Italia, y una pequeña muestra del de Reino Unido (hasta el momento desconocemos por qué no quieren subir su actuación completa). Y deciros que me han parecido flojos en comparación con Francia y España.
Alemania llevan a unas Sisters con muy buenas voces y una realización bien medida. No obstante, no creo que sea suficiente como para lograr la gran posición del año pasado.
En cuanto a Italia, Soldi es un temazo y Mahmood tiene una voz particular, pero la actuación en sí me resulto en varios momentos caótica. Me da la sensación de que Italia pegará el batacazo el próximo sábado.
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