Seis meses han pasado ya desde que se celebrara el Festival de Eurovisión 2016 en Estocolmo, desde que vieramos a Barei dándolo todo con «Say Yay!» y desde que Ucrania ganara por segunda vez el festival gracias a Jamala y su tema «1944», el cual no ha estado exento de polémica.
Hace ya unas semanas, se pudo conocer que la sede de Eurovision en 2017 será Kiev, algo bastante previsible. También en las últimos días y horas han salido multitud de noticias que bien pueden poner en peligro que se pueda organizar el festival en Ucrania.
Sin embargo, hoy quiero escribir aquí para recordar la que fue (hasta este año) la mejor edición, bajo mi juicio del Festival de Eurovisión. Y fue precisamente en Kiev, en 2005.
Esta edición fue un cambio, más que a nivel de organización y a nivel estético, en la variedad de estilos musicales que había presentes. Hasta ese momento, la mayoría de temas que competían en el festival eran baladas, o canciones pop, o con un toque «dance». Obviamente, en anteriores ediciones a ésta había alguna que otra canción que se salía de lo habitual, pero fue en 2005 cuando había más variedad que nunca. Y no sólo eso, sino que en conjunto las canciones eran realmente buenas, así como sus actuaciones en el escenario, que si bien no destacan tanto visualmente como las vistas en los últimos años, resultan muy atractivas.
Por ello, os invito a viajar en el tiempo y recordar, hasta hace unos meses, la mejor edición del Festival de Eurovisión. ¡Volvamos a 2005!
Ruslana protagoniza la mejor apertura al festival.
La cantante Ruslana se alzó con la victoria en Estambúl 2004, y gracias a ella se celebró el festival en Kiev un año después. Ganó con «Wild Dances», que además de destacar por ser una canción muy enérgica, su principal baza es una coreografía muy visual y milimetrada.
Por supuesto, fue la encargada de abrir la Final de Eurovisión 2005 con otro tema tan enérgico como el anterior: «Heart On Fire», y con otra puesta en escena increíblemente perfecta y visual, añadiendo por primera vez pirotecnia en el festival (aunque fuera con un lanzallamas). Todavía recuerdo que se me pusieron los pelos de punta con esta actuación (y en aquella época un servidor sólo tenía 13 años).
Sólo con esta entrada al festival ya uno puede imaginar que va a ser todo un espectáculo.
Las primeras actuaciones: el show está asegurado.
En esta edición, Hungría fue el primer país en actuar. El grupo NOX con su tema «Forogj Világ» nos trae una canción bastante rítmica y que su melodía a base de flauta se queda en la memoria, además de unos bailes típicos del país que encajan muy bien. Quedó en el 12º puesto con 97 puntos.
Tras Hungría, le llegó el turno de Reino Unido. Pese a que no obtuvo un buen resultado (22º puesto, con 18 puntos), la canción en sí no era tan mala: esa combinación de tambores con el rollo místico es excitante para el oído, además de que la puesta en escena pegaba con el título de la canción «Touch my fire». El fallo estuvo en Javine, que se ahogaba durante la actuación, algo evidente si además de cantar te marcas una coreografía muy exigente.
Tras dos temas bastante enérgicos, era el turno de una balada, y llegó la que considero una de las más emotivas, y con razón. Chiara, que repite participación por Malta, interpretó «Angel» de manera formidable, y es que ella tiene una voz como el título de la canción. Si bien es cierto que ya han pasado muchas baladas por el festival, Malta quedó en 2ª posición con 192 puntos.
Casualmente, tras Chiara actuó el país que quedaría justo detrás de ella en la clasificación: Rumanía. Y lo cierto es que se merecía ese puesto. Luminita Anghel, junto con Sistem, nos trajo todo un temazo: «Let Me Try». Esta canción, que empieza muy suave, de repente pega el cambio a lo enérgico, y engancha bastante. Además de que Luminita tiene una voz espectacular, la puesta en escena era bastante diferente a lo habitual: instrumentos hechos con contenedores, una sierra para crear chispas… bastante original para mi gusto, además de marcar un antes y un después en las puestas en escena del festival. Hasta entonces, nunca se habían utilizado pirotecnia ni artificios. 3ª posición merecidísima con 158 puntos, y la mejor participación de Rumanía.
Variando de estilo, nos encontramos con un tema muy rockero, y cuya apariencia del cantante caso nos recuerda a Marylin Manson, si no fuera porque es mucho más suave. Wig Wam representó a Noruega con el tema «In my dreams». Si bien el tema es enérgico, y el cantante tiene carisma, la puesta en escena se quedó bastante flojilla. Pese a ello, logró un 9º puesto con 125 puntos.
Saltando a Turquía (que también es una buena canción), Moldovia trajo algo más diferente a lo habitual. Un tema que mezcla pop-rock con indie, por así decir. Zbob si Zub nos trajo «Boonika Bate Dova», y logró la 6ª posición con 148 puntos. Aparte de ser un tema bastante distinto a lo que se acostumbraba a ver, la puesta en escena era muy original y alocada, aparte de que no muchas veces se ve a un hombre con el torso prácticamente al descubierto.
También hay que destacar a Albania, cuya segunda participación en el festival nos trajo una canción con mucho ritmo balcánico. Ledina Celo, con «Tomorrow I Go» hizo una muy buena actuación, aunque la puesta en escena no era tampoco muy visual. Pese a ser una canción que me encanta, quedó en 16ª posición con 53 puntos.
La caída en picado de España.
Antes de esta edición, España estuvo cosechando buenos resultados en el festival, estando habitualmente en el Top 10 de la clasificación: en 2001 David Civera consiguió la 6ª posición, en 2002 Rosa Lopez la 7ª, en 2003 Beth la 8ª, y en 2004 Ramón la 10ª posición.
Sin embargo, en 2005 comenzó la caída en picado de España en el festival. Su origen fue «Brujería», el tema que defendieron Son de Sol en Kiev. La canción, pese a ser también algo diferente a lo que habitualmente se ve en el festival, ya que es una canción flamenco-pop, no era para un festival de la canción de este calibre: vocalmente no destacaban, y la puesta en escena es bastante pobre, aunque colorida. Con sólo 28 puntos, obtuvieron la 21ª posición.
A muchos nos puede dar por pensar que, con su «Brujería», Son de Sol han echado un mal de ojo a España al festival, ya que desde entonces España nunca llega a entrar en el Top 10, salvo en dos ocasiones: en 2012 con Pastora Soler y en 2014 con Ruth Lorenzo, donde en ambos casos consiguieron la 10ª posición.
Las actuaciones previas a la ganadora.
Todos sabemos de sobra quién ganó esta edición de Eurovision, pero antes de llegar su actuación también hubo países que llevaron al festival buenas actuaciones.
Una de ellas es Israel. «Hasheket Shenish’ar», el tema de Shiri Maymon, se trata de una balada cantada en hebreo e inglés. Además de la ternura y belleza que transmite la artista, canta la balada que da gusto. Tan emotiva como la balada de Malta. Consiguió la 4ª posición con 154 puntos.
Otra buena actuación, aunque bastante infravalorada en los resultados, fue la de Macedonia. Martin Vucic interpretó «Make My Day», una canción pop con clara influencia balcánica. Es un tema bien pegadizo y que gusta escucharlo, sobre todo para motivarse uno. Quizá el fallo en el festival estuvo en la puesta en escena, bastante pobre en comparación con el resto de países. Sólo consiguió 52 puntos, quedando en la 17ª posición.
El siguiente tema no es que sea de mis favoritos, pero tal y como dije al principio, aportó más variedad musical al festival ese año, precisamente por el país anfitrión. Ucrania decidió llevar a Greenjoly con el tema rap «Razom Nas Bahato». Ya está dicho todo: un tema rap, algo que no suele llevarse al festival de Eurovisión, y este año ellos lo hicieron. Al igual que España, pese a llevar algo distinto, no cosechó un buen resultado: 19ª posición con 30 puntos.
Llega el turno de… ¡Helena!
Grecia nunca suele decepcionar en Eurovisión, y siempre lleva grandes temas y actuaciones al festival. Este año, Helena Paparizou es la representante de Grecia, que ya participó en 2001 bajo el grupo Antiqué con la canción «Die For You». En esta edición, 2005, debutó en solitario con el tema pop «My Number One».
La actuación fue sencillamente perfecta: Helena estuvo a nivel vocal e interpretativo impresionante, la canción en si es buenísima, y la puesta en escena, aún siendo sencilla, era genial gracias a la milimetrada coreografía. Lo tenía todo para enamorar al público, y así fue: Helena Paparizou logró la primera victoria de Grecia en Eurovisión con 230 puntos. Una victoria más que merecida y bien conseguida ante una edición bastante buena en general.
Aún a día de hoy, está canción es una de las consideradas mejores ganadoras del Festival de Eurovisión, y Helena tiene una gran cantidad de seguidores, eurofans o no, por todo el mundo. Lo cierto es que, en mi opinión, «My Number One» era la mejor canción ganadora del festival hasta que llegó 2012…
La recta final de actuaciones.
Tras la actuación de Grecia, ya era difícil quedarse con otra canción para elegir ganadora, pero hubo actuaciones bastante buenas también.
Una de ellas es Suiza. «Cool Vibes» es un tema bien rockero interpretado por Vanilla Ninja. Sin querer pecar de machista, era la primera vez que un grupo de mujeres interpretaba rock puro en el Festival. Anteriormente no se había visto esto en el festival, y sinceramente fue maravilloso. La canción era buena, las chicas cantaban muy bien, y la puesta en escena bastante buena por aquél entonces. Consiguió la 8ª posición con 128 puntos.
Y otro tema también bueno, pero que también fue valorado injustamente bajo mi gusto, fue precisamente quien actuó al final. Ortal representó a Francia con el tema «Chacun Pense a Soi». Al igual que Reino Unido, era un tema pop con un toque místico combinado con buenos bajos. Ortal cantó el tema bastante bien (mucho mejor que Javine) y la puesta en escena era sencilla, pero combinaba bien con la canción. El punto negativo se lo lleva que la canción se bajó un tono con respecto al original, algo que personalmente no me gusta (ya pasó este año con Sergey Lazarev). Se situó en el puesto 23 con 11 puntos. A todo esto, hay que decir que en esta edición, el Big 4 (España, Reino Unido, Francia y Alemania) quedaron los últimos en la clasificación y en el mismo orden, algo realmente curioso.
En conclusión: una buenísima edición.
Como podéis ver, hay bastantes razones para determinar que Kiev 2005 fue, hasta este año, la mejor edición del Festival de Eurovisión en mucho tiempo: gran variedad de estilos musicales, buena calidad de actuaciones y una ganadora perfecta. Si bien es cierto que esta edición, en cuanto al escenario y entorno, no destaca mucho respecto a las últimas ediciones, pero, como podéis observar, no era necesario de escenarios grandiosos ni pirotecnia ni efectos especiales para hacer un festival grandioso.
Como ya he dicho, Kiev 2005 fue la mejor edición hasta este año, ya que Estocolmo 2016 es ahora mismo, en mi opinión, la mejor edición precisamente por las mismas razones que hicieron a Kiev 2005 la mejor, y añadiendo la espectacularidad del entorno y el excelentísimo trabajo de la SVT (Televisión Nacional de Suecia). Ahora me pregunto: ¿Logrará Kiev 2017 repetir el buen trabajo hecho en 2005 y superar a Estocolmo 2016? Tendremos que esperar a mayo.
Os dejo, además, el resumen de actuaciones de la Final de Eurovisión Kiev 2005, para que echéis un vistazo rápido a todas las actuaciones, ya que aquí sólo he comentado algunas de ellas.
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